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Clase de conversación.
- El profesor – Chicos, hoy vamos a hablar por los codos.
- Alumnos - ¿...?
- El profesor – Basta de gramática. A veces la gramática es aburrida (murmullos de aprobación).
Hemos aprendido muchas cosas, y vamos a practicar. Vamos a utilizarlas y, por eso, vamos a hablar por los codos.
- Juan – yo hablo por la boca.
- Pedro – Yo hablo con los codos cuando estoy en un bar. Cuando hay más gente que lo que puede caber
en la sala. Hay que hablar con los codos para acercarse a la barra y pedir cervezas y tapas. Así se abre el camino, con los codos en las costillas de los demás.
- Javier - ¿Y no te echan fuera a patadas?
- Pedro – Pobre necio, ¡si todos hacen igual! ¿Pero que sabes tú de la vida si solo sabes estudiar
y hacer la pelota a los profesores? Yo no soy un chivato que denuncia a sus compañeros. No estoy solo, no me han puesto en
cuarentena mis compañeros. Tengo una vida social, tengo muchos amigos y cada noche voy de juerga con ellos. No me duermo emborrachado de
tristeza, de soledad y de aburrimiento sobre libros mudos. Me emborracho de verdad, ligo y disfruto de la vida.
- Javier – Prefiero estar solo porque yo no soy un metomentodo, un correveidile que cuchichea más
que las peores cotillas de los barrios bajos.
- Pedro – Cállate que tu cara es una invitación a darte una hostia.
- El profesor – Chicos, volvemos a la calma, nos quedamos con el sentido del humor de Juan.
- Pedro – Sí, otro pelota ¡Dios mío, que clase me ha tocado a mí!
- El profesor - Muy bien Pedro, una idea estupenda, Dios nuestro señor que ha tocado nuestro
corazón como decía el salmista, delante de Dios somos todos iguales, un tema que va a permitirnos cambiar nuestras impresiones,
nuestras ideas en paz.
- Juan - Pero si este incrédulo invoca solamente el nombre de Dios para maldecir y para
blasfemar… ¡Ojalá vuelva la Inquisición! invoco yo a Torquemada.
- Pedro - ¡Anda ya! Los cobardes detrás de la bandera de Torquemada, el Dios de los culos
benditos y de las ratas de sacristía.
- Juan - No cree ni en Dios ni en el diablo. Es un viva la virgen.
- El profesor - ¿No tienes fe Pedro?
- Pedro – La religión es algo verdadero para pobres, falso para sabios, y útil para
dirigentes. Beati pauperes spiritu. Nunca me encadenará la iglesia.
- Javier – Pedro es un anarquista, no se puede hablar con él. Es un rojo que ni sabe
cantar el "cara al sol". Es él el cobarde. Lástima que se haya muerto Franco.
- El profesor – Está muerto, pero ha querido restaurar la monarquía, ha escogido a Juan
de Borbón como Rey, el símbolo más fuerte de nuestro país, el protector de nuestra patria...
- Pedro – Ni Dios, ni Patria, ni Rey es el lema del anarquismo. No necesito a un Rey,
un usurpador que chupa la sangre de su pueblo para satisfacer sus instintos bajos, sur deseos carnales, su orgullo, su gusto por
el lujo mientras, que la gente trabaja y suda impuestos y tasas para su enriquecimiento.
- El profesor – Pero Pedro, el Rey representa a todos los españoles.
- Pedro – A usted quizás, pero a mí no. No puedo sentirme representado por un pelele que
caza a un oso amaestrado y embriagado. Se va a la caza al elefante mientras que su pueblo tiene que apretarse el cinturón, 4
que protege a los estafadores, que entiende no nada de nuestro tiempo.
- El profesor – Entonces, tampoco hablaremos de los políticos.
- Pedro – Tampoco hablaremos de estos embusteros.
- Javier – A Pedro le importan un bledo las cosas importantes.
- El profesor – A Pedro no le importan, pero a los demás sí. Un español se siente
orgulloso de su Patria. ¿Qué opinan los demás del Rey y de la Patria?
- Los demás - ...
- El profesor – Pues, seguro que os gusta informaros de la vida de unos famosos.
- Pedro – Viene la hora de la prensa rosa. Es la prensa de los analfabetos.
- Javier - Eres tú el analfabeto y además el golfo. Nada te interesa. Hay noticias
interesantes.
- Juan - Por ejemplo he leído que la pobre, pero divina Nicole Kindman fue atropellada
por una bicicleta cuando se disponía a entrar en su hotel después de asistir al desfile de Calvin Klein. Menos mal que tuvo reflejos
y que sus tacones no eran excesivamente altos… Todo ha salido bien y está sana.
- Pedro – ¡Qué bien! ¿Es lo que te interesa?
- Juan - Solo era una broma, me sacan de quicio estas noticias. Le falta un tornillo a la
gente que compra esta prensa.
- El profesor – Es verdad que son acontecimientos poco interesantes, pero podemos
hablar de la actriz, de sus películas, de sus papeles, de su manera de actuar... ¿quién puede hablarnos de Nicole Kindman o de otra
actriz o actor?
- Javier - A mí me gusta Michele Jenner, Casi me enamoré de ella en "Los hombres de Paco"
y ahora, me encanta su papel de reina en la serie "Isabel".
- Pedro – Muy bien, vamos con la caja tonta y las emociones adolescentes.
- Javier - Pero yo respeto a las mujeres, mientras que tú las desprecias. Yo amo el alma
de la mujer y tú su cuerpo.
- Pedro – Pero vas a terminar agotado haciéndote pajas antes de eatreverte a acercarte
a una chica.
- El profesor – Chicos, ¿os gusta la música? La música gusta a todos. A mí me encanta
Miguel Bosé.
- Javier - Un genio de la música, enloquece a sus fans en cada concierto.
- Pedro – Sí, me enloquece cuando por desgracia oigo 2 notas de su música. Es un palo de
malvavisco que susurra. La verdadera música se encuentra en el Heavy metal. Es una música que tiene cojones. No es una música
de maricones.
- El profesor – No os vais a pelear por unas opiniones, lo dejamos. ¿Alguien tiene una idea?
- Alumnos - ¿...?
- Pedro – (al cabo de un rato) Tengo una, una idea excelente, la libertad.
- El profesor – Una idea estupenda. Un tema que va a entusiasmaros. ¿Quién empieza?
- Pedro – Empiezo yo. Soy libre de taparme los oídos para no escuchar más tonterías.
Pedro se tapa los oídos, todos se callan sorprendidos. Se oye el timbre de fin de clase.
- El profesor – Muy bien chicos, en la próxima clase veremos el uso del condicional
y del imperfecto del subjuntivo ¿Qué me habríais dicho si tuviéramos clase de conversación? Con ejercicios, deberes y examen
escrito. Buenas revisiones.
Antón Terías septiembre de 2013
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